Planta originaria de los países mediterráneos de Europa y África, conocida por sus propiedades tanto aromáticas como terapéuticas. El extracto de lavanda se obtiene de sus flores, hojas y tallos, y se utiliza ampliamente en cosmética debido a sus efectos calmantes y relajantes.
Este extracto no solo aporta una fragancia suave y agradable, sino que también ofrece una protección intensiva e hidratación profunda para la piel. Gracias a sus propiedades regeneradoras, la lavanda ayuda a rejuvenecer la piel, promoviendo la renovación celular y favoreciendo la restauración de su equilibrio natural. Además, sus propiedades antiinflamatorias y antibacterianas la hacen ideal para tratar la piel sensible o irritada, aliviando rojeces y proporcionando una sensación de bienestar y frescura.